Lectura de la Bíblia en 2 años

La Iglesia del Cambio


MEDITACIÓN DIARIA:
Dios te permita disfrutar plenamente de su bendición, amor y  prosperidad hoy y siempre.
Recuerda que el sentimiento de culpa, es el remordimiento por tu conducta pecaminosa y del pasado, y pueden convencerte sutilmente de que eres indigno del amor de Dios, sin embargo, esta es una trampa del diablo.
Según la Biblia, tienes la seguridad, de que tu buen Dios y Padre te ama totalmente, más allá de tus acciones, Él quiere hacerte un hombre sabio y de poder espiritual, para mostrar su gloria.

LECTURA DE HOY: Nehemías 2:1-20; 3:1-32

LECTURA ADICIONAL:

Nehemías 2:4-9
“Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré. Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo. Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá; y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí. Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo”.

Efesios 3:14-21
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.