EL CAMINO A LA SALVACIÓN

La Iglesia del Cambio


03/11/2023

Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino,
 por torpe que sea, no se extraviará. 
Isaías 35:8

Todos sin duda hemos transitado por algún camino  y existen muchos que nos llevan a diferentes lugares. 
A la luz de la palabra de Dios cuando hablamos de “El CAMINO” se refiere única y exclusivamente a “JESUCRISTO” 
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 
(Juan 14:6).
Desde el principio fuimos creados para tener íntima comunión con el Padre, la cual se perdió cuando Adán y Eva desobedecieron, quedando excluidos de la presencia de Dios y de la eternidad. Así que Dios envió a su hijo para reconciliarnos con Él, en este versículo Jesús mismo nos afirma  ser el Único camino a la salvación ya que fuimos destinados a una muerte eterna a causa del pecado.
Jesús quiere ser nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida, en Él y a través de Él, se halla la voluntad del Padre, para nosotros. 
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (Mateo 7:13-14).
Cristo anhela guiarnos al camino de la Salvación, pero no todos están dispuestos a tomar esa decisión.
Dios envió a su hijo Jesucristo a preparar el camino para la humanidad y una morada eterna,
lo que hagamos aquí en la tierra, determinará el fin en la eternidad. 
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. (Juan 14:1-3).
Dios quiere que caminemos diariamente en una íntima comunión personal con Él, que se sienta constante su presencia, por eso nos ha dado su Santo Espíritu para que viva dentro de nosotros 
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. (Isaías 30:21).

Amado Dios, hoy tomo la decisión de encomendar mi caminar a ti, confiando que harás conforme a tu voluntad, y me llenarás de gozo con tu presencia. En el nombre de Jesús, Amén. 

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; 
Sobre ti fijaré mis ojos. 
Salmo 32:8